Los felinos pasan largas horas del día lamiéndose y
acicalándose, trabajo por el cual mantienen
el pelo en buenas condiciones. El ritual aumenta en animales estresados o, por
el contrario, poco motivados, que buscan en ello calma y satisfacción. Durante
este aseo que nuestros gatos se hacen ingieren mucho pelo muerto, que se mezcla con
comida y moco, y, se va compactando cada vez más y acaba por acumularse en el
aparato digestivo.
Fotografía tomada de: http://mundodelkitty.blogspot.com/2009/11/las-bolas-de-pelo-en-los-gatos.html |
Estas marañas de pelo pueden circular por el intestino
del gato sin causarle daños, en cuyo caso las encontraremos expulsadas por
popo; pero hay ocasiones en las que sí les provocan una molestia importante,
pero si las bolas son pequeñas, por lo general, terminan siendo regurgitadas o
vomitadas.
La situación se complica cuando las bolas no son
eliminadas, atraviesan el píloro y se dirigen al intestino delgado. En este
caso, se quedan retenidas, se compactan, crecen aún más y pueden llegar a
causar graves complicaciones.
Causando algunas complicaciones como:
- Se comporta de manera extraña.
- Se muestra desganado.
- Vomita.
- Tiene dificultades para respirar.
- Ha bajado de peso.
- Tose.
- Está estreñido.
En esta situación es mejor acudir al veterinario par que
nos dé un diagnóstico.
Estas bolas de pelo también suelen llamarse, Tricobezoares.
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